El matrimonio de Rusia, que vivió durante años en Argentina, explicó, por ejemplo, que nunca habló en su lengua materna con sus hijos.
La vida de espías de Rusia en Argentina.
Artiom Dultsev y Anna Dultseva, los espías rusos que vivieron durante años en Buenos Aires y fueron liberados durante un canje de prisioneros entre Rusia y las potencias occidentales, contaron cómo fue su vida bajo una identidad falsa, en la que escondieron todos los detalles de su vida a sus hijos y llegaron a olvidarse cómo hablar su lengua.
La pareja fue detenida en diciembre de 2022 en Eslovenia, donde llegaron en 2017. Allí vivían con pasaportes argentinos, bajo los nombres de Ludwig Gisch y Maria Rosa Mayer Muños, y junto a sus dos hijos.
Tras ser condenados por la Justicia de esa nación europea a más de un año y medio de cárcel por «espionaje y falsificación de documentos», fueron canjeados en el marco de un gran intercambio de prisioneros entre Rusia y los países occidentales.
Vladimir Putin les dio la bienvenida en Moscú, donde llamó la atención al saludar con un «buenas noches» a los hijos del matrimonio, quienes no hablan ruso y creían ser argentinos tras vivir durante años en Belgrano. «Le dijimos a los niños que somos rusos, que son rusos y que somos los Dultsev», dijo una de ellas en una entrevista en la televisión rusa.
«No pensás en tu idioma, te controlas permanentemente y cuando llegamos a Rusia nos dimos cuenta de que ya podíamos hablar», explicó, además. También afirmó que sentía una «gran gratitud» hacia Putin y que la pareja seguirá «sirviendo a Rusia».